Enfoque de la prueba:
Resistencia química: Los productos que contienen ácidos o bases fuertes, en particular los que contienen ácidos o bases fuertes, pueden corroer la superficie del vidrio. Esta corrosión puede provocar la rotura de escamas, la formación de partículas visibles o dañar imperceptiblemente su integridad. Además, estas sustancias pueden disolver iones de metales alcalinos. Si estos iones se acumulan sobre o dentro del vidrio, pueden provocar una variación drástica de su pH, alterando sus propiedades químicas y, en última instancia, afectando su rendimiento y vida útil.
Tratamiento de la superficie de la capa interior: si el agente desmoldante, el agente siliconizante u otro recubrimiento interno es compatible con el contenido, si migra o afecta la estabilidad del contenido.
Compatibilidad de tapa metálica/cabezal de bomba: Si bien el vidrio en sí es inerte, la tapa metálica que lo acompaña (disponible en hojalata o aluminio) y el cabezal de la bomba (fabricado con diversos tipos de plástico y resortes metálicos) deben ser compatibles con el contenido. Esto se debe a que la corrosión y la oxidación pueden contaminar el contenido e incluso impedir su correcto funcionamiento.
Compatibilidad del sello: El revestimiento de la tapa (por ejemplo, relleno de espuma de PE, relleno de PVC, corcho) o el sello del cabezal de la bomba deben ser compatibles con el contenido.
Choque físico: Botella de vidrio para el cuidado de la piel es frágil, pero es necesario asegurarse de que las características del contenido (como viscosidad, presencia de partículas sólidas) no aumenten el riesgo de rotura durante el uso normal y el transporte (aunque no es estrictamente un problema de compatibilidad, pero es relevante).
Principales métodos de prueba:
Prueba de partículas de vidrio/delaminación: Vierta el contenido o una solución corrosiva específica (como ácido diluido o álcali) en un recipiente de vidrio, guárdelo a alta temperatura (como 121 °C) o en condiciones aceleradas durante un período de tiempo determinado y evalúe el riesgo de delaminación mediante inspección visual, recuento de partículas de oscurecimiento de luz y detección por ICP-MS del silicio, boro, sodio y otros elementos disueltos (consulte USP <660> o métodos similares).
Estabilidad del revestimiento interior: Observe si el revestimiento interior presenta desprendimiento, disolución, formación de ampollas, etc.; verifique si hay alguna migración de componentes del revestimiento en el contenido.
Prueba de corrosión de piezas metálicas: Verifique si la cubierta de metal, el resorte del cabezal de la bomba, etc. están oxidados o descoloridos; detecte si el contenido de iones metálicos (como Fe, Sn, Al, Cr, Ni) en el contenido está anormalmente elevado (AAS, ICP-OES/MS).
Prueba de compatibilidad de sellos: Similar a las pruebas de sellos en contenedores de plástico (hinchazón, migración, cambio de peso).
Monitoreo del pH: El álcali liberado del vidrio puede provocar un aumento del pH, lo que requiere una vigilancia estrecha durante las pruebas de estabilidad.