Botellas de vidrio Están sujetos a diversas fuerzas externas durante el transporte, el apilado y el uso diario. Realizamos pruebas mecánicas que simulan situaciones reales para prevenir fallas del producto durante su uso final.
Prueba de fugas: Utilice un comprobador de sello de presión negativa para colocar la botella bajo un grado de vacío específico para observar si hay fugas o generación de burbujas para garantizar que el contenido no tenga fugas ni se contamine.
Prueba de caída: Esta prueba simula una caída accidental que puede ocurrir durante el transporte y la manipulación. Una botella llena de contenido (o un sustituto) no debería romperse ni tener fugas tras caer desde una altura específica (como 1 metro o 1,5 metros) sobre una superficie dura.
Prueba de apilamiento: Para simular las condiciones de apilamiento en un almacén, aplicamos un peso de 5 kg (o el equivalente a 10 capas de botellas) a una pila de botellas llenas durante 72 horas. Las botellas no deben presentar deformaciones, colapsos ni daños en el sellado.
Prueba de torsión de la tapa de la botella: Se utiliza un torquímetro para medir la fuerza necesaria para abrir y cerrar el tapón de la botella (normalmente de 0,5 a 2,0 N·m, según el tamaño de la botella). Esto garantiza que la fuerza evite fugas y permita al usuario abrir y cerrar fácilmente.
Prueba de funcionalidad del cabezal de la bomba: En el caso de botellas con cabezal de bomba, se comprueba el volumen de dispensación (con una tolerancia de ±5 %) y la estabilidad del líquido dispensado durante 100 ciclos. No se permiten bombas secas (sin descarga de líquido) ni dispensaciones irregulares.
Por último, probamos la capacidad de la botella para cumplir la función para la que fue diseñada en función del uso específico previsto:
Facilidad de dispensación: Para las botellas flexibles, mida la fuerza necesaria para dispensar líquido (lo ideal para adultos es 30-50 Newtons); para las botellas con tapa bomba, asegúrese de que no se requiera una presión excesiva.
Reutilización (si corresponde): Para botellas rellenables Realice una prueba de ciclo de "limpieza-llenado-sellado" al menos 50 veces para asegurarse de que no haya desgaste en las roscas de la botella, la tapa o la punta de la bomba.
Adhesión de etiquetas: Si la botella tiene una etiqueta, pruebe su resistencia al agua, al aceite y a la fricción para asegurarse de que permanezca intacta en ambientes húmedos o aceitosos (como el baño). Botellas de vidrio para el cuidado de la piel ).